lunes, 29 de julio de 2013

El estres, sinónimo de temor.





Se habla muchísimo del estrés en estos tiempos. Por lo visto todo el mundo sufre

de estrés por algo. Parece ser que esta palabra está de moda y la usamos muchas
veces para evadir responsabilidades. «Oh, tengo mucho estrés». «Eso produce estrés».
En mi opinión, el estrés es una reacción de temor ante los cambios constantes de
la vida. Es una excusa que damos para no responsabilizamos de nuestros
sentimientos. Si logramos equiparar la palabra «estrés» con la palabra «temor»,
entonces podremos comenzar a eliminar de nuestra vida la necesidad del miedo.
La próxima vez que pienses en el terrible estrés que tienes, pregúntate qué es lo
que te da miedo en esos momentos. Pregúntate: « ¿De que manera me estoy
sobrecargando y agobiando? ¿Por qué he cedido mi poder?». Descubre qué estás
haciendo que te crea ese temor interior y te impide conseguir armonía y paz.




El estrés es carencia de armonía interior, y la armonía interior es estar en paz con
uno mismo. No es posible tener estrés y armonía interior al mismo tiempo. Cuando
uno está en paz hace una cosa por vez, no permite que las cosas le dominen. Cuando
te sientas «estresado» haz algo para liberar el miedo, para poder avanzar por la vida
sintiéndote seguro. No emplees la palabra «estrés» para evadir responsabilidades. No
des tanto poder a una insignificante palabra. Nada tiene ningún poder sobre ti.
Louise H. Hay

lunes, 22 de julio de 2013

Lista de las características imprescindible para pertenecer a una clase selecta...






... Va dirigida toda la atención de los que ofrecen "algo que vale la pena tener". Y me dedicaria a vincularme exclusivamente con gente "Clase C".

Con la letra "C" de clase quisiera vincularme solo con personas que estén ocupadas en Conocerse, que no tengan miedo de lo que pueda encontrar dentro de sí mismas, que se acepten tal y como son.

Con la letra "l" quisiera a mi alrededor hombres y mujeres que se declaren Libres, que sean capaces de darse permiso de ser quienes son, de pensar lo que piensan y de sentir lo que sienten, que corran sus propios riesgos y busquen lo que saben que necesitan.

Con la letra "a" quisiera vincularme con aquellos que saben  lo que es Amar, y, por lo tanto son capaces de amar a otros y, especialmente, capaces de dejarse querer.

Con la letra "s" me vincularía con aquellos que hayan logrado conquistar un espacio de Serenidad, como resultado de su propio crecimiento. Con aquellas personas que no tienen ninguna prisa y que están en paz con sus propias vidas, con su pasado y con su futuro.

Y con la "e" me gustaría estar acompañado por aquellos que son capaces de Entregarse, comprometidamente a lo que viven, poniendo su corazón y su cerebro para avanzar en el camino.




Esta sería para Jorge Bucay, gente de clase. Pero dijo "Clase C". ¿Qué significa esta "C" que calificaría a la gente para pertenecer o no, a este burdo esquema casi discriminador?
Esta ultima "C", es fundamental. Quisiera rodearme exclusivamente de hombres y mujeres que puedan Compartir, lo aprendido. Personas capaces de escuchar y de hacerse oír. Individuos que comprenden que el placer auténtico y pleno pocas veces es solitario. Seres humanos con conciencia gregaria que hacen de su capacidad de compartir lo que saben, lo que tienen y lo que son un motivo para seguir adelante.





Pensaremos que no se puede compartir todo con todo el mundo y quizá tengas razón. Pero Jorge Bucay habla de la capacidad de hacerlo. Quiere hacernos ver que debemos intentar caminar con aquellos que comparten conmigo esos ideales, aunque luego nos perdamos juntos en algunos lugares mal iluminados de nuestras vidas.
Me dirás que para poder compartir una vida, un trayecto o un proyecto hace falta cierta compatibilidad que no es automática ni frecuente. Te diré que es verdad u que es parte de nuestro desafío poder aceptar que hay otros  que , con todo el derecho, eligen caminos apartados del nuestro, pero que hay muchos, muchísimos, que caminan a nuestros lado y no siempre los vemos.
A veces nos empeñamos en mirar hacia otro lado. Otras, ellos se esconden de nosotros, vetea a saber por qué miedos. Y tal vez en demasiadas ocasiones dejamos que las gafas de nuestros prejuicios descarten a quienes son los compañeros de rutas ideales

Cuando oímos hablar por ejemplo,  de la compatibilidad de la pareja, nos damos cuenta de que se la suele identificar con cierta similitud en los gustos y las opiniones. Creemos, con frecuencia y tozudez, que para que una pareja funcione es necesario que ambos disfruten de las mismas cosas y que tengan la misma ideología. Sin embargo, en nuestra experiencia como terapeutas y como habitantes de este mundo complejo, confirmamos que estas semejanzas no pasar de ser anecdóticas en el mejor de los casos y hasta empobrecedoras en otros.

En realidad, la verdadera compatibilidad radica, precisamente, en la armonía de las diferencias. En que nuestro compañero o compañera camine en nuestra misma dirección y comparta cierto mínimos de ideología, pero que aporte al vínculo rasgos, características o habilidades de los que nosotros carecemos y de los que podamos aprender, aspectos valioso que nos ayudarán en el camino a ser mejores cada día.







viernes, 19 de julio de 2013

Siempre estamos a Salvo.-




La vida es una serie de puertas que se cierran y se abren. Pasamos de habitación

en habitación y tenemos diferentes experiencias. A muchos nos gustaría cerrar puertas
sobre viejas pautas de comportamiento negativas, viejos obstáculos, situaciones que ya
no nos sirven ni nos nutren. Muchos estamos en el proceso de abrir nuevas puertas y
de descubrir nuevas y fabulosas experiencias.
Creo que venimos a este planeta muchísimas veces para aprender diferentes
enseñanzas. Es como ir a la escuela. Antes de encarnarnos en un momento
determinado en el planeta, decidimos qué enseñanzas vamos a aprender para
evolucionar espiritualmente. Al escoger la enseñanza, escogemos también todas las
circunstancias y situaciones que nos harán posible aprenderla; en ésas se incluyen
nuestros padres, nuestro sexo, nuestro país y nuestra raza. Si has llegado hasta aquí en
tu vida, créeme, has tomado todas las decisiones acertadas.
Es esencial que a medida que vas pasando por la vida, vayas recordando que estás
a salvo. Sólo se trata de cambios. Confía en que tu Yo Superior te conducirá y te
guiará de la forma más conveniente para tu crecimiento espiritual. Como dijo una vez
Joseph Campbell: «Sigue a tu felicidad».
Ve cómo abres las puertas de la alegría, la paz, la curación, la prosperidad y el
amor; las puertas del entendimiento, la comprensión, la compasión, el perdón y la
libertad; las puertas de tu propia valía y tu dignidad, de la autoestima y el amor por ti
mismo. Somos eternos. Eternamente continuaremos de experiencia en experiencia.
Aun cuando pases por la última puerta de este planeta, no es la puerta final. Es el
comienzo de otra nueva aventura.
Louise H. Hay

lunes, 15 de julio de 2013

Amar es abandonar el miedo.-



 El escritor Gerald Jampolsky dice que amar es abandonar el miedo, y que o bien
hay temor o bien hay amor. Si no estamos en el espacio de amor del corazón es que
estamos en el del temor. Todos esos estados de aislamiento, separación, rabia, culpa y
soledad forman parte del síndrome del miedo. Es preciso que nos alejemos del temor
y entremos en el amor, y hagamos que estar en el amor sea una posición más
permanente para nosotros.


Hay diversas formas de cambiar. ¿Qué haces cada día para sentirte a gusto
interiormente? Ahora ya sabes que no te conviene culpar a los demás ni sentir que
eres una víctima. ¿Qué haces entonces? ¿Cómo experimentas la paz en tu interior y a
tu alrededor? Si no experimentas todavía, ¿estás dispuesto a hacerlo? ¿Estás dispuesto
a empezar a crear armonía y paz en tu interior?






He aquí otra pregunta que es preciso que te hagas: « ¿Realmente deseo
cambiar?». ¿Prefieres continuar lamentándote por lo que no tienes en la vida? ¿O
verdaderamente deseas crearte una vida mucho más maravillosa que la que tienes
ahora? Si estás dispuesto a cambiar, eres capaz de hacerlo. Si estás dispuesto a realizar
el trabajo que ello supone, entonces sin duda alguna puedes mejorar tu vida. Yo no
tengo ningún poder sobre ti y no puedo hacerlo en tu lugar. Eres tú quien tiene el
poder, y es necesario que te lo recuerdes a cada momento.

Louise H. Hay


jueves, 11 de julio de 2013

El fin del sufrimiento .-

El sufrimiento puede ser quitado de tu vida cuando aceptes que ya ha sido demasiado y que hay otro camino.

"No te quieres rendir, rendirse significa "aceptar este momento como es". Pero no serás capaz de rendirte a menos que estés sufriendo mucho, y ya hayas tenido suficiente. Y en determinado momento reconoces que todo ese sufrimiento es autoinflingido (te lo haces tú), es creado por no querer aceptar las cosas como son, es creado cuando interpretas las cosas a tu manera de algo que ya Es.

El sufrimiento proviene de los pensamientos, de la manera que interpretamos las cosas, no de la situación.




Los seres humanos crean su propio sufrimiento. Asi que, te das cuenta que ya tuviste suficiente, y solamente cuando ya tuviste verdadeamente suficiente sufrimiento en tu vida, eres capaz de decir: "Ya no necesito este sufrimiento".

El sufrimiento es un gran maestro. Es la única forma de aprendizage espiritual de muchas personas. El sufrimiento te hace profundizar, poco a poco, te hace interiorizar, te muestra cual es el ego.
Para algunas personas este conocimiento llega cuando sienten que ya tocaron fondo.
Lo que hacen es alimentar el sufrimiento hasta que llegan al punto de estar listos para escuchar el mensaje que dice: "Hay otra forma de vivir sin crear más sufrimiento para ti mismo".
Cuando estás listo para escuchar este mensaje, que es realmente el mensaje que hay en la espiritualidad, llega el fin de vivir en un estado de sufrimiento.




Por tanto, uno podría decir que necesita sentir el sufrimiento para darse cuenta de que ya no necesita sufrir más. Si no ha sufrido, esta enseñanza no podria existir.
Porque como ser humano, no crecería espiritualmente si no hubiera sufrido.

Cuando ya no te causas más dolor a ti mismo, porque recuerda que son tus pensamientos y la forma de ver las cosas lo que te hace sufrir más que nada (no es la situación, sino la interpretación tuya de la situación). Cuando ves eso, ves que hay otra forma de vivir en la cual ya no luchas mentalmente para tratar de cambiar lo que Es, es cuando llega el fin del sufrimiento autoinflingido. Y si ya no lo hago conmigo mismo, tampoco lo haré con los demás.

Eckhart Tolle.-

miércoles, 3 de julio de 2013

Un propósito.-



Mantén tu mirada fija más allá del horizonte mientras haces todo lo necesario ahora.
Warren Bennis




lunes, 1 de julio de 2013

Coraje y esperanza.-







Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza.
Alfred Temnyson
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