Tenía que ser así; estaba escrito
que la luz en el cielo se apagara
y a mis pies el sendero se borrara
y la noche llenara el infinito.
Y así fue: tras un golpe, tras un grito,
se extendió por el cielo una mampara,
y la estrella que fúlgida brillara
no alumbró más la senda que transito.
Tenía que ser así: que yo anduviera
por senderos de sombras y de abrojos,
te encontrara y mi amor se redimiera.
Y así fue: a la lumbre de tus ojos
en mi senda hubo luz, y primavera,
al primer beso de tus labios rojos.
que la luz en el cielo se apagara
y a mis pies el sendero se borrara
y la noche llenara el infinito.
Y así fue: tras un golpe, tras un grito,
se extendió por el cielo una mampara,
y la estrella que fúlgida brillara
no alumbró más la senda que transito.
Tenía que ser así: que yo anduviera
por senderos de sombras y de abrojos,
te encontrara y mi amor se redimiera.
Y así fue: a la lumbre de tus ojos
en mi senda hubo luz, y primavera,
al primer beso de tus labios rojos.
Carlos Hugo Gamboa Molina, Colombia
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